Es uno de esos conceptos pequeños y exquisitos, esos que, creo yo, son dignos de colección. Porque el diseñador Nathan Gabriele ha decidido asomar al mundo con una tímida idea, aunque muy creativa.
A no confundir este producto con un huevo y sumergirlo en las profundidades del agua caliente de la olla pues en realidad se trata de un diminuto dispositivo de audio. Sí, dos pequeños altavoces salen a la luz cuando el usuario “rompe la cáscara” de este huevo hi tech.
Y además hay un subwoofer, escondido en la base del aparato. Si aún no es suficiente, debéis saber que cuenta con un dock para vuestro reproductor de MP3 y su recarga se realiza vía inducción.
La astucia no tiene fin pues por tratarse de unos altavoces portables Gabriele ha incorporado una pequeña chaqueta de neoprene que protegerá al huevo de las inclemencias del clima. Y de paso subirá la apuesta chic del momento en materia de audio.
Via: Ounae
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