Hay que vivir con su tiempo, y desde luego los tamagotchi o los furbies ya son historia. Hoy contamos con mascotas más sofisticadas, incluso más humanas, aunque cobren el aspecto de un perrito.
Ducky es el último invento de Takara Tomy, una mascota con más sensores y un coeficiente de inteligencia artificial cerca al de ciertos humanos. Es amable, responde a las caricias y las palabras de sus amos con ojos expresivos, movimiento de cola y hasta con palabras; habla el japonés.
Pero lo interesante es que no lo hablará desde los inicios sino que sigue su propia evolución, desde simples ladridos hasta mantener una conversación madura con más de 650 palabras de vocabulario. En esta etapa de su vida podrá saludarte cuando vuelvas a cada, y hasta cantar al karaoke contigo… ¡vaya dos!
Vía: Tokyo Mango
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